lunes, 2 de noviembre de 2009

XXIII VOLTA A PEU QUART DE POBLET


CINCO DE SEPTIEMBRE DE DOS MIL NUEVE


Fecha histórica.

Mi primera carrera popular. Mi locura comienza a tomar forma. Se que lo más seguro es que nunca llegue a correr una maratón, pero mi sueño se hacía realidad. Yo era uno de esos corredores que tanto envidiaba cuando los veía pasar por debajo de casa, o por la puerta del chalet.


Así que Paula, Vera, Eva y yo nos presentamos en Quart de Poblet a las 17:15 horas más o menos, y nos apuntamos en las diferentes carreras. Yo días atras me había inscrito por Internet, así que en las listas estaba mi nombre con mi primer dorsal....sí, tenía por fin un dorsal que adosarme al pecho, el número 387.

La primera en correr fue Vera, que luego nos enteramos había quedado cuarta, al verlo en la página web del Club de Atletismo de Poblet. Paula también corrió y lo hizo genial, llegando incluso por delante de muchos chicos.

Una vez habían corrido las nenas, fue cuando me puse nervioso, muy nervioso. No paraba de mirar a la gente que llevaba dorsal, y que por tanto iba a correr, y eran todos piernas fibrosas, musculosas, ni un michelin que arrastrar. Me miraba a mí, que por no llevar ni llevaba ropa deportiva. Así que allí estaba yo, con mi camiseta de andar por casa y mi bañador hawaiano. Y pensaba...Dios mío, no voy a poder terminarla, el coche escoba me va a atropellar.


Así que le dije a Eva: Si me quedo el último, y veo que el que está delante de mí se escapa, me retiraré. No podía soportar verme con la presión del coche escoba detrás.


Total que llegó la hora de la salida:las 19:30 horas.


La verdad es que la puntualidad en las Carreras Populares es exquisita, así que sin más me puse en la salida, intentando ni estar muy delante, para no molestar, ni muy por detrás para no salir el último.En la siguiente fotografía se me ve poco antes de inicar la carrera, con mi "pintilla" de novato. Aunque parece que sonrio, en realidad estoy pensando..."a que mala hora se me ocurrió venir aquí".

Y así comenzó la carrera. Al principio, sobre todo el primer kilómetro, parecíamos una manada de búfalos corriendo, pero enseguida ví como mi ritmo de carrera descendía y no paraban de pasarme corredores. Del kilómetro 1 al 2 transcurrió de esa guisa, un montón de corredores que me iban adelantando y desaparecían delante de mí. Al llegar al cartel del kilómetro dos me giré hacia atrás, y una pareja que iba detrás mío me dijo:"no mires hacia atrás, siempre hacia delante". Le dije al chico que era por ver si había mucho espacio entre nosotros y el coche escoba. El me dijo que estuviera tranquilo, que venía gente por detrás que iban medio corriendo medio andando. Eso me tranquilizó, pero a los dos minutos, escuche el motor de un quad que se acercaba a mí. Se habían retirado y pasabamos a ser los nuevos "últimos" de la carrera.


Mi pesadilla se hizo realidad, era el coche escoba pegado a mis talones. Lo único bueno es que no estaba solo, estaba con ésta pareja que he mencionado antes, con lo que me daba un respiro para seguir a ritmo.


Cuando llegamos al kilómetro tres había un avituallamiento, así que recogí la botella de agua, le dí dos tragos, y la tiré. No podía llevar más lastre. En ese punto alcanzamos a dos señores mayores (de al menos 65-70 años), con lo que los últimos ya éramos un grupillo de cinco. Luego otra persona mayor se unió a nuestro grupo.


Pero ya en el kilómetro 4 el grupo se rompió. La pareja que me salvó del coche escoba apretó, o yo bajé, y se fueron escapando poco a poco, y a su vez, las tres personas mayores se fueron quedando, con lo que los dos kilómetros y medio finales los hice solo.


Llegué al kilómetro seis, y fue cuando la emoción me empezó a embargar. Solo quedaba 500 metros, y lo iba a conseguir. Entraría cuarto por la cola, de al menos 600 corredores, pero iba a llegar.


En la última recta antes de tomar la calle donde estaba la meta, un chico me tomó esta foto. Yo no sabía quien era, pero en internet encontré su reportaje con mi fotografía y mi cara de sufrimiento. Solo quedaban 200 metros, y ésta era mi pinta:


Nada más giré la calle, ví la meta, con el reloj todavía en marcha, y busqué donde estaban Eva y las niñas. En ese momento la emoción fue tremenda, estaba a punto de cumplir un deseo que llevaba años soñando.......!!iba a terminar mi primera carrera popular!!!!!

Este momento fue recogido por la cámara de vídeo del teléfono de Eva. Un momento histórico para ver:




Así que cruce la meta....coca-cola, botella de agua, melón, sandía y una camiseta fue la recompensa que nos dieron los organizadores de la carrera.

43 minutos y 10 segundos fue mi primera marca para recorrer esos 6.500 metros, que suponen una marcha de 06:38 minutos el kilometro. Mi record hasta esa fecha.

Pero sabía que esta iba a ser mi primera carrera popular, pero no la última.

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